Elegir una vivienda para vivir es una de las decisiones más importantes de la vida. Pero, a veces, uno no tiene claro que es exactamente lo que busca. Por eso mismo, hay que tener claro algunos aspectos que ayudan a perder menos tiempo a la hora de comprar una casa.
Tiempo
A la hora de visitar una vivienda hay que dedicarle el tiempo que sea necesario. La media adecuada para visitar una vivienda es de unos 40 minutos.
Aunque algunos vendedores quieren enseñar la vivienda corriendo y deprisa no debes dejarte presionar. Pregunta lo que sea necesario, hasta que estés totalmente convencido de lo que estás viendo.
Horario
No hay ningún horario prefijado para visitar una vivienda. Pero, lo que, sí que hay que hacer es ir a la vivienda más de una vez y en horarios diferentes, conviene darse una vuelta tanto durante el día, como durante la noche.
Ir acompañado a la visita
Es recomendable acudir acompañado, cuatro ojos ven más que dos. Quizás la persona que te acompañe valore algo que tú pasas por alto.
Exterior
Siempre nos fijamos en el interior de una vivienda, pero el exterior es igual de importante. Hay que observar si las fachadas están en perfecto estado, el tejado, las zonas comunes, el ascensor o todo lo relacionado con causar derramas importantes en el futuro.
Comparar precios
Hay que asegurarse que el precio de la vivienda que nos están vendiendo está dentro del precio de mercado. Para ello, hay que mirar si hay pisos a la venta en esa misma zona y ver a que precio se venden.
Revisar todo con lupa
Hay que revisar todo 100 veces para no pasar por alto ningún detalle. Sobre todo, debes comprobar el estado de los suministros. Lo mejor es pedir un informe técnico para no quedarse con ninguna duda.
La importancia de la documentación
Debes pedir el estatuto de cargas del inmueble y del pago del IBI.
Preguntas hacia el propietario
Cuando vamos a visitar una vivienda hay que realizar numerosas preguntas para que todo nos quede claro y no perder el tiempo.
Os dejamos algunas preguntas a realizar: ¿ Cuándo se ha realizado la última reforma? ¿Hay mucho ruido en la zona? ¿Qué clase de vecinos tienes? ¿Por qué vendes el piso? ¿Es una zona segura, han robado alguna vez?
Aunque, la mejor opción para no tener quebraderos de cabeza es contratar a un profesional del sector inmobiliario, como es el caso de un Personal Shopper Inmobiliario. Un agente que nos ahorra tiempo, dinero y preocupaciones. Además, este agente conoce el mercado como la palma de su mano.